Septiembre, el nuevo agosto.
Las vacaciones en el último mes de verano, septiembre, están cada vez más de moda, y es que, además de encontrar mejores ofertas, se pueden hacer las mismas actividades disfrutando de un tiempo espectacular, pero con menos aglomeraciones de gente.
Todo parece más fácil en septiembre… O, al menos, ésta es la impresión que da: más tranquilidad, mejor descanso.
La playa está prácticamente vacía, pero el agua está más caliente que en junio. Los días de lluvia o nublados son más abundantes, es cierto, pero podemos aprovecharlos para descansar, visitar alguna tienda u observar la tormenta desde el balcón. El Sol ya no está en su máximo esplendor y, por tanto, los rayos UVA no son tan peligrosos, aunque seguimos poniéndonos morenos.
Los bares y restaurantes no tienen lista de espera para coger mesa, aunque hayas reservado, como ocurre en otros meses de verano. Llega un momento los viernes y sábados, a eso de las 22.00h ó 22.30h, en el que hay más gente esperando de pie con sus nombres y número de comensales apuntados en una pizarra, que los que están sentados comiendo y «disfrutando» de su cena ante la atenta mirada de estos observadores muertecicos de hambre. En septiembre, sin embargo, puedes llegar al bar elegido y ser atendido sin incómodas esperas. Además, los trabajadores están más relajados y disponen de tiempo para sugerirnos y comentarnos la carta.
Los hoteles nos adulan, por suerte para nosotros/as, con ofertas de última hora. Y es que, como ya sabemos, la falta de ocupación se compensa con rebajas en el precio y mejores servicios. Por ejemplo, les invito a visitar esta gran oportunidad para ir a Granada por un módico precio: Oferta Granada Septiembre.
Hay personas que disfrutan las vacaciones en este mes, únicamente porque le corresponde en el trabajo. De primeras todos quieren agosto… y yo me pregunto ¿por qué? ¡Si septiembre es el nuevo agosto!